Tiernas palabras

Nunca imaginé que pudiesen hacer mis lectores la crítica a la obra que yo he confeccionado; pero las normas básicas me las apuntaron mis lectores cuando se cruzaban conmigo: Ya fuesen conocidos, como desconocidos, o así mismo personas de otro idioma. Quedándoles agradecidos a todos ellos por el interés tomado con mis poesías; y no queda ahí todo, si no que también se interesaban por mis novelas y mis comedias musicales.

Pues bien: Me decían ésas personas, que confeccionase el siguiente libro de poesía con varias poesías, y que no fuesen muy largas, y que se semejasen a las poesías clásicas sin serlo, que tuviesen ése rimo poético ajustado al ritmo musical. Estaban detallando mi género poético creado por mí. También me exigían, que los tocase las fibras del corazón, ajustándome a los hechos cotidianos, tal y como ellos lo hacían, tal y como ellos se relacionaban en sus vidas en sus trabajos; así sería más fácil entenderse con mi poesía. Me indicaron también, que no fuese muy prolífero el libro; ya que un libro extenso no era de su interés, fuese del género literario que fuese.

Creo haber conseguido los deseos de cada uno de aquellas personas que me paraban en la vía pública recomendándome la forma de hacer mi nuevo libro de poesías; aunque para bien decir, al autor hay que dejarle trabaje cómodamente como él vea conveniente hacerlo.