Así­ es el cielo; yo el juez de Dios

Así­ es el cielo; yo el juez de Dios
19-ene-2013

No hagan ni caso a ésta novela de ficción; o sea, hecha con la imaginación, con una imaginación febril, de una mente flatulenta: Antes que lo diga otra persona, lo digo yo.

No hagan ni caso a ésta novela de ficción; o sea, hecha con la imaginación, con una imaginación febril, de una mente flatulenta: Antes que lo diga otra persona, lo digo yo.

Sigo en la línea de contar algo fuera de lo normal, para hacer leer a las personas: Me lo he propuesto. Lo que pasa es que las personas están ansiosas por creer lo que se les cuenta; aunque sea un cuento ficticio, fuera de lo más básico dentro de la mente humana.

En algunos lugares salían de oír Misa, cuando oían un sermón o una explicación de los Viejos o los Nuevos Testamentos; salían diciendo los feligreses: ¿Cómo si hubiese estado allí?, significando que aquella persona lo había contado con tal fuerza de sugestión, que parecía que él mismo había vivido en dicha época que contaba.

Hay palabras que se usan a drede; son la lengua del pueblo llano y sus giros dados a la manera de hablar, para que éste libro se comprenda mejor.

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